El vino caracteriza el territorio tanto como su comida. Para reafirmar las tradiciones locales, el valor de la producción del vino y los productos de un territorio se revaloriza la bodega que se convierte en un lugar con encanto de gran atractivo turístico. La importancia de la bodega es tan grande al día de hoy que es necesario hacer una análisis cuidadoso de este fenómeno no solo cultural.

Todo empieza con enoturismo o turismo enologico que, a través de las especialidades gastronómicas y vinícolas, explora y descubre una la región. Es por esta razón que cambia el concepto de bodega; a través de la arquitectura se crean espacios de gran valor que puedan permitir un encuentro entre los visitantes y que, a través del vino, descubran todo el trabajo que está detrás de la producción de este producto.

¿Por qué pedirle a un arquitecto el diseño de una bodega?

Las bodegas, hoy en día, no son solo un lugar donde se produce y vende vino, sino que también son espacios dedicados a la cultura, al descubrimiento del territorio, a la socialización y al diseño.

La decisión de confiar a los arquitectos la tarea de crear o renovar una bodega es por el deseo de transmitir el valor de la actividad que tiene lugar en su interior, celebrando y comunicando el trabajo de los enólogos, con formas y espacio

Gracias a los espacios se valoriza el proceso de transformación de las uvas, la creatividad de los arquitectos sirve para dar al vino una nueva forma de expresión.

Otro dato importante que hay que buscar en este tipo de arquitectura es  la relación entre las bodegas y el paisaje, que debe ser siempre equilibrado y dar el debido peso a la naturaleza y los recursos ambientales.

 

Imagen: Gentleman (ElConfidencial)