Casas pasivas, una inversión segura y sostenible
Las casas pasivas son aquellas cuyo consumo en energético es de, al menos, un 75% menos que una casa de construcción tradicional. Además, las casas pasivas suelen emplear energías renovables como la fotovoltaica.
Además, debemos tener en cuenta que el 40% de la demanda de energía de un país pertenece a viviendas, o que el 36% de las emisiones de CO2 de la Unión Europea pertenecen a viviendas. Una razón determinante a la hora de elegir una construcción de vivienda pasiva, y uno de los motivos por los que la Unión Europea está planteando la obligatoriedad de que los edificios construidos a partir de 2023 sean de cero emisiones.
Rentabilidad de una casa pasiva
Por si esto no fuera poco, la construcción de una casa pasiva es una inversión con rentabilidad asegurada con capacidad de generar ingresos la vida útil de la misma, una vida que fácilmente puede estar en 70-80 años.
Una casa pasiva puede suponer entre un 5-10% más de inversión inicial. Supongamos que construimos una vivienda de 200.000€ y que, tirando por lo alto, invertimos un 7% más para tener una casa pasiva quedándonos un total de 214.000€. El gasto energético de la vivienda tradicional podría rondar los 1.500€/año, siendo de 375€/año el consumo de la vivienda pasiva. El ahorro sería de 1.125€/año, en 12 años amortizaríamos la inversión inicial y, a partir de ahí, generaríamos beneficio durante más de 60-70 años, más de 65.000-75.000€. Si decidimos vender nuestra casa pasiva, probablemente se venderá más rápido y por un importe superior al de una casa tradicional.
Cómo es una casa pasiva
La Plataforma de Edificación Passivhouse se basa en varios principios para conseguir una ahorro energético de al menos el 75%.
Diseño Bioclimático
La arquitectura bioclimática consiste en el diseño de edificios teniendo en cuenta las condiciones climáticas y aprovechando los recursos disponibles para disminuir el consumo y reducir el impacto en el medio ambiente.
Aislamiento térmico
Un mejor aislamiento térmico nos protege del calor y del frío en el interior de la vivienda. Como resultado reducimos el consumo en climatización
Ausencia de puentes térmicos en casas pasivas
Cualquier grieta o rendija reducirá el confort térmico de nuestro hogar.
Hermeticidad en casas pasivas
de la envolvente térmica que evite corrientes de aire no deseadas en el interior y exterior.
Ventanas de altas prestaciones
Las carpinterías deben ser de altas prestaciones, empleando generalmente vidrios triples, con gases bajo emisivos en sus cámaras, así como marcos y perfiles aislantes.
Además tendremos en cuenta su ubicación para aprovechar el calor producido por el sol en invierno y protegerse del mismo en verano
Ventilación mecánica con recuperación del calor
Manteniendo una calidad del aire en el interior sin aumentar el consumo energético
Protección solar en casas pasivas
Protección pasiva con elementos que nos protejan del calor excesivo producido por el sol en verano. Un ejemplo sencillo, sería la instalación de un toldo.
Ventajas de certificar una casa pasiva
Evidentemente podemos construir una casa pasiva sin necesidad de certificarla como tal, pero lo bien hecho, bien parece.
Además de asegurarnos mediante mediciones un bajo consumo y una buena calidad del aire, aumentamos el valor de la vivienda y hasta de condiciones más favorables a la hora de solicitar una hipoteca gracias a las hipotecas verdes.
Si necesitas más información al respecto no dudes en contactarnos a través de nuestro formulario o enviando un correo electrónico a iycsa@iycsa.es, estaremos encantados de atenderte.