22 de abril día de la Madre Tierra. Comprometidos con el desarrollo sostenible.
En palabras de Hipocrates “Las enfermedades no nos llegan de la nada. Se desarrollan a partir de pequeños pecados diarios contra la Naturaleza. Cuando se hayan acumulado suficientes pecados, las enfermedades aparecerán de repente.” Una reflexión del siglo V a.C que rescatamos hoy 22 de abril de 2020, día de la Madre Tierra.
Cargamos a nuestras espaldas una serie de catástrofes medioambientales, año tras año parece que su número aumenta y son más graves. Cada vez nos cuesta más recuperarnos de los daños causados, y sus consecuencias son más que visibles, no es solo el aumento de fenómenos climáticos adversos y el aumento del nivel del mar con pérdida consecuente de poblaciones, terreno para cultivos, etc. También ponemos en peligro a multitud de especies que se ven amenazadas. Está demostrado que la falta de biodiversidad influye en nuestra salud, surgen nuevas enfermedades; las existentes se mueven, en muchos casos a través de insectos, a nuevos territorios que se han visto afectados por el cambio climático.
2019 pareció ser un año de inflexión, empezábamos a ser más conscientes de la relación entre salud humana, animal y medioambiental, en general nos dábamos cuenta de que debíamos seguir desarrollándonos de una forma más sostenible. El Informe de la ONU sobre la Brecha de Emisiones 2019 puso de manifiesto que estábamos a punto de perder la oportunidad de alcanzar el objetivo de 1,5 °C y condenar a la humanidad a un futuro con graves impactos climáticos.
En IYCSA estábamos, y seguimos así, comprometidos con ello. Aplicando nuevas iniciativas, invirtiendo en nuevos proyectos de energías renovables como la instalación de paneles fotovoltaicos en nuestras instalaciones de la mano de Futura Instalaciones, incorporando vehículos híbridos a nuestras flota, informando y concienciando de los ODS, así como participando en proyectos solidarios de diversa índole.
¿ Y ahora qué va a pasar?
2020, nos ha traído una pandemia con graves consecuencias sanitarias, económicas y sociales. También hemos podido observar, en nuestra ausencia forzosa en espacios naturales, como otras especies disfrutan de los espacios ganados a la fuerza por el ser humano. Los niveles de contaminación han bajado considerablemente en el tiempo que llevamos en nuestras casas. Pero todos sabemos que esto pasará, los niveles de contaminación volverán a sus cifras habituales, y la biodiversidad seguirá viéndose afectada si no hacemos algo. Si ya era un reto complicado, ahora lo va a ser muchísimo más, pero debemos seguir trabajando en la Agenda del 2030 porque los datos son abrumadores y las consecuencias aterradoras.
Desde IYCSA, hacemos un llamamiento a los gobiernos y a las empresas para seguir concienciando por el desarrollo sostenible. Apostando por energías renovables, edificios e infraestructuras ecoeficientes, aplicación de nuevos procesos y conductas sostenibles y, sobre todo, alianzas para cumplir los objetivos. Esta pandemia nos va a afectar en todo, también a los ODS.
Tenemos la responsabilidad y la oportunidad de reflexionar para seguir trabajando en cumplir los objetivos de desarrollo sostenible en la Agenda 2030. Saquemos cosas buenas de esta situación y trabajemos unidos, ya que es la única forma de vencer a la enfermedad y a todas sus consecuencias.