Quirófanos de última generación. Las intervenciones quirúrgicas llevan consigo connotaciones desagradables, que relacionamos con enfermedades o sufrimiento. Por este motivo, la ciencia avanza para conseguir que estas operaciones sean cada vez menos invasivas y se consigan altos niveles de recuperación inmediata.

Las salas de quirófano convencionales han dado un vuelco a su estructura para conseguir dotarlas de aparatología y tecnología de última generación.

La medicina del futuro irrumpe en los hospitales más punteros, para dar cabida a salas más espaciosas y apacibles, en las que se busque cierta semejanza con los hogares que habitamos.

La innovación en sistemas de imagen e intervenciones quirúrgicas, han proporcionado la ventaja de trabajar con imágenes a tiempo real, dando paso a operaciones mucho más precisas y que suponen un avance en la recuperación del paciente, minimizando a su vez los riesgos.

Algunos hospitales cuentan con los llamados “quirófanos híbridos” dotados con los últimos avances de robótica, como es el sistema Xi Da Vinci.

El apoyo con imagen de radiodiagnóstico en la misma sala quirúrgica, ofrece una mayor seguridad en los procedimientos, dando paso a una manera menos invasiva de tratar a los pacientes, pudiendo realizar in situ determinadas pruebas.

Otro de los avances incorporados en los quirófanos de última generación es la resonancia magnética intraoperatoria, que ayuda a planificar las extirpaciones y maniobras que deben hacer los cirujanos.

Los riesgos de infecciones post-quirúrgicas también decrecen con estas tecnologías, pues al ser más precisa la intervención, el paciente sangra manos y las transfusiones de sangre no son apenas necesarias.

Dotar a la sanidad con la tecnología de última generación, hace que nuestra calidad de vida mejore en uno de los planos más importantes.

FUENTE E IMAGEN: El Plural